SE FUE SECANDO EL TONO DEL ROCÍO
Los amores del mundo condujeron tus pasos
a las trincheras de la guerra.
Un encomio tan frágil: Que tú eras «el símbolo de
la grandeza que encarnábamos».
Todo fue azar, zigzag, un caldo efímero,
el artificio de esta flor.
Tu batalla se fue agotando, al fenecer en ti
los propósitos justos, los sueños pintorescos,
los atractivos de la Historia. Con la caída del telón,
sucumbieron los compromisos voluntarios.
Muchos guerreros fueron perdiendo,
tan pronto sus gavillas
lastimaron los sentimientos de la aurora.
Y así, se fue secando el tono del rocío.
¿Quiénes mataron el zafir inefable de esa luz?
¿Quiénes antes y quiénes después derrotaron
la tierra?
Has vivido después un trance de errabundo,
un náufrago ignorante que confunde la playa
con un barco fantasma. Eres ruina. Declinas.
No te conocen los alfabetos de la mar.
Y yo, una barba de leche melancólica,
silencio que envejece.
ANTI-SECRETO
La primavera es un taller de orfebrería
La poesía
una estación de tres reinos
donde estallan las glándulas de Dios.
Las tres manos del orfebre
tejen flores espirituales,
orlan el cutre
y nace el milagro.
Poeta, escritor, periodista, ensayista. Natural de Pisa (Sucre). Abogado y especialista en Docencia Universitaria y Didáctica del Lenguaje y la Literatura. Es docente de la Universidad de Cartagena y de la Universidad Tecnológica de Bolívar. Autor del poemario Secretos míos... ¡al arca de la luz!» (2001). Ha publicado en revistas nacionales y extranjeras. Fundador del taller literario Encuentro con la Palabra de Arjona (Bolívar).
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© Argemiro Menco mendoza